Costa Rica
Instituto Costarricense de Turismo

Suplemento del ICT- Octubre 27, 2002.
Año 1 - Número 4
 
El Macizo y Los Santos
Las tierras altas del país resguardan un par de los lugares más bellos del mundo, y usted los tiene a poco tiempo de San José.

Las tierras altas del país resguardan un par de los lugares más bellos del mundo, y usted los tiene a poco tiempo de San José. A solo una hora de San José, se encuentran dos de los lugares más bellos del mundo: El Macizo de la Muerte y la zona de Los Santos.

Son tierras altas, dominadas por el bosque montano y el páramo. Su relieve escarpado hace posible apreciar majestuosas cataratas y nacientes de agua cristalina. Es un paisaje imponente, refugio de gran cantidad de aves y mamíferos, algunos en vías de extinción. Allí abundan hermosos robles y encinos, bromelias, orquídeas, musgos, líquenes y helechos arborescentes. Entre ellos viven los casi desaparecidos manigordo, león breñero, cabro de monte y la danta.

Desde hace dos años, siempre en febrero, se realiza la Expoferia Turística del Macizo de la Muerte. Se trata de una actividad rotativa entre las diferentes comunidades del Macizo, cuya sede en el 2003 será Copey de Dota.


El Macizo de la Muerte

Si va a visitar la región, los expertos recomiendan llevar una serie de artículos que contribuirán a hacer más grata su estadía, debido a que el área es de altura. Ellos aconsejan llevar botas de hule o zapatos de montaña, una buena chaqueta, abrigo, capa, sombrilla, sombrero, repelente contra insectos, bloqueador solar, cámara, binoculares, foco o lámpara, cobertor, bolsa de dormir y un gorro, entre otros implementos.

Estas tierras altas se levantan entre los 2000 y los 3491 metros sobre el nivel del mar y son atravesadas por la Carretera Interamericana Sur, por lo que el visitante puede llegar a la zona en vehículo propio o haciendo uso del transporte público. (Ver recuadro adjunto).


Zona de Los Santos

Las comunidades que conforman Los Santos pertenecen al cantón de Dota. Reciben dicho nombre porque muchas de sus poblaciones llevan el de algún santo: San Pablo de León Cortés, San Marcos de Tarrazú, Santa María y San Gerardo de Dota.

Gran parte de esta zona pertenece al área protegida Reserva Forestal Los Santos, donde lo espera toda una aventura. Se trata de una excursión fascinante llena de atractivos naturales, actividades recreativas, históricas y culturales.

Los amantes de la naturaleza tienen la posibilidad de incursionar en senderos rodeados por árboles centenarios de especies nativas, y pájaros, penetrar en los sitios más ocultos de los bosques tropicales o compartir las tradiciones y la cultura productiva de la región.

Al igual que en el Macizo sus límites albergan robles, encinos, sangre de toro, cedro dulce y helechos. También pavas, quetzales, jilgueros y yigüirros.

La oferta de entretenimiento es amplia e ideal para quienes aprecian la cultura costarricense. Abarca la observación de vistas panorámicas, paseos a caballo, caminatas en bosques nubosos, criaderos y pesca de truchas, comidas típicas y observación de aves. Además, el disfrute de eco albergues y cabinas de empresas familiares, la apreciación de la agricultura sostenible, trapiches manejados por bueyes, degustación de café de altura, frutas, centros turísticos, artesanías, bailes típicos y productos naturales.

En el imponente Macizo

Uno de los destinos más atrayentes de Costa Rica es el misterioso Macizo de la Muerte, llamado de esa forma debido a que muchos costarricenses perdieron la vida en el cerro durante su intento por atravesarlo y colonizar la zona sur del país.

La Casa Refugio Ojo de Agua, ubicada cerca del restaurante Los Chespiritos, dentro del Parque Nacional Tapantí-Macizo de la Muerte, es testigo mudo de los esfuerzos de los pioneros del sur. Junto a la Carretera Interamericana, usted y su familia podrán llevar el almuerzo y disfrutarlo a la orilla de riachuelos admirando hermosos paisajes.

El refugio se ubica en la sección noroeste de la Cordillera de Talamanca, a solo 30 kilómetros de San José. Una parte se encuentra en terreno público y otra en tierras privadas, pero en toda su extensión hay diversas nacientes de agua que dan lugar a importantes ríos, los cuales desembocan en el Atlántico o en el Pacífico.

Los robles, el sol y las nubes dibujan en la zona panoramas cautivantes llenos de musgos, líquenes, arbustos, pastos, orquídeas y cañuelas.

Los habitantes de la zona están muy conscientes de la riqueza que los rodea y les gusta compartirla con los turistas. Por eso, realizan actividades productivas, amigables con el medio ambiente, en procura de reducir el impacto que tengan sobre las cinco áreas silvestres protegidas que existen en la región. Éstas son el Parque Nacional Tapantí-Macizo de la Muerte, Reserva Biológica Cerro Vueltas, Refugio Nacional de Vida Silvestre Páramo, Reserva Forestal Río Macho y la Reserva Forestal Los Santos.

En las casi 59 mil hectáreas del Parque Nacional Tapantí-Macizo de la Muerte, prevalece un ambiente frío. Según los científicos, en esta región se encuentra uno de los sitios más lluviosos del país y hogar de 5 zonas de vida, 45 especies de mamíferos, 260 de avifauna y 30 de reptiles hasta hoy contabilizadas, porque aún se están descubriendo nuevas especies.

Contemplar la condensación del rocío o la solidificación del agua son solo dos de los fenómenos naturales que se pueden apreciar en la Reserva Biológica Cerro Vueltas. Aquí se encuentran con frecuencia fallas geológicas, imponentes robles, variedad de animales y otra rica vegetación.

La Reserva Río Macho, de gran precipitación, protege ecosistemas variados, hermosos animales y plantas, al igual que ríos y riachuelos que llegan al Atlántico.

En el Refugio Nacional de Vida Silvestre Páramo se protegen zonas de bosque sobresaliente, pero su acceso es limitado y requerirá contactar a su propietario previamente.

Esas 5 áreas protegidas garantizan producción de agua para el consumo humano, generación de hidroelectricidad, mitigación de gases con efecto invernadero, conservación de la biodiversidad y belleza escénica.

Se pueden conocer por medio de una serie de caminatas ideadas para que el turista disfrute de todo su esplendor. Una de ellas es la del Cerro Asunción/ Cerro Buena Vista, que tiene una distancia de 3 kilómetros y dura alrededor de 1 hora y 20 minutos. Otra opción es la caminata desde La Trinidad hasta La Cima con un recorrido de 17,7 kilómetros y una duración aproximada de 7 horas. Para mayor información llame al telefax 200-5045, página web: www.macizo-muerte.com o escriba al e-mail: macizo@racsa.co.cr

El Macizo de la Muerte encierra recuerdos del pasado como La Picada de Calderón, un camino declarado patrimonio histórico, ó El Refugio de Ojo de Agua, un albergue que hoy es monumento nacional.

Además, la zona fue escenario importante de batallas durante la Guerra Civil de 1948. Sus bosques sirvieron de abrigo y protección, sus caminos se convirtieron en rutas secretas por las que los alzados en armas transitaban, generalmente de noche. Una de estas vías llegaba hasta el Cuartel General en la Hacienda La Lucha, enclavada entre los cerros de Santa María de Dota y Tarrazú.

Por todo ello, la visita a Los Santos y el Macizo de la Muerte es más que un encuentro con la naturaleza. Se trata de un acercamiento a la forma de ser del costarricense y su pasado.

¡Atrévase a conocer esta rica región, porque vale todo lo que encierra en oro!

Suplemento producido por el Instituto Costarricense de Turismo . Comité Editorial: Silvia Rodríguez, Rafael Quesada, Ivonne Apuy y Angela Orozco. Información recopilada por María Eugenia Murillo. Colaboración: Cámara de Turismo del Macizo y de Los Santos, Fundación CIENTEC y Museo Nacional.